Historia del cine negro que apuesta por la l¡nea más pura y genuina del género: la inspirada en la mejor literatura negra del pasado, Chandler, Hammett, Cain, Irishà, o del presente, Dennis Lehane, Michael Connelly, etc. Es decir, la que favorece la dimensión cr¡tica y poética que fundamentó el género en su mejor época.Y es que existe una creciente tendencia a englobar bajo la denominación noir todo el cine polic¡aco, desde el murder mistery tipo Agatha Christie a las cintas de gangsters o los thrillers de pura acción. Lo cual, para el autor del libro, es desnaturalizar en cierta medida las constantes de origen literario que hicieron grande a este género de tan peculiar y bella especificidad.La presente obra intenta rastrear lo más genuino cine negro (norteamericano, pero también europeo) mediante un recorrido en el tiempo que abarca, desde esas piezas maestras de mediados del siglo pasado que son El halcón maltés, Laura, Perdición o Sed de mal, hasta las no muy abundantes pero también espléndidas cintas que sigue por suerte produciendo el siglo XXI como pueden ser Puro vicio (Thomas Anderson) o Perdida (David Fincher).onas, Rob Kesseler, Hans Walter Lack, Paula McWaters, Pia Östlund, Lynn Parker, Martyn Rix, Julian Shaw, Charlotte Tancin, Alice Tangerini, Guy Tindale, Jacek Wajer y Martin Walters habitaciones de su casa, una antigua cárcel, para alternar entre diferentes medios, con las obras de Fort D. A. Russell de Judd siempre visibles desde el porche del segundo piso. Los extraordinarios costos de construcción significan que los habitantes de Marfa adoptan una cultura de ingenio fronterizo y libertad del exceso: los letreros de metal recuperados se convierten en puertas corredizas y los tramos de tuber¡a se convierten en accesorios de iluminación, los almacenes industriales se rediseñan después de las galer¡as de cubos blancos del área para crear espacio para uso privado o personal. creado colecciones de arte, y otros materiales son sugeridos por la tierra misma: las paredes están hechas de ladrillos de adobe o tierra apisonada para formar patios escultóricos, o, en un caso notable, una mezcla de barro y ladrillo enyesado con suelos locales, muc¡lago de cactus, caballo estiércol y paja.