Manuela había crecido en lo alto del faro que vigilaba una costa encrespada y rocosa. Desde allí, era inevitable, se forma una curiosa manera de ver el mundo. No había mucha gente capaz de entender lo que pasaba por su cabeza, lo que sentía en las yemas de sus dedos o lo profundamente que era capaz de mirar dentro de los demás. Un día descubre con su padre los restos medio hundidos de un pequeño barco. Comprende que los náufragos no son invenciones de viejas historias de marinos y en su interior crecer el an he lo secreto de encontrar todo aquello que esté en peligro de perder se. No podrá evitar lo, solo es cuestión de tiempo que aquel barco la lleve más allá del océano y de cualquier costa conocida.

Juan Alfonso Belmontes (Alcalá de Henares, 1974) está convencido de que lo que nos mantiene unidos son las ganas de contarnos cosas. Desde una receta hasta la Odisea, todas son buenas escusas para acercarse al fuego y estar con el otro. Como narrador ha llevado sus historias y los de otros autores a teatros, plazas, aulas, bibliotecas y, desde hace unos años, también al papel. Muchas de sus historias, entre ellas las de sus álbumes La Boda de Gallo Pinto y La vaca Condesa (OQO), se inspiran en la cultura rural y el paisaje, donde cada camino y arroyo tienen memoria.