Este libro, No te rindas. Sigue intentándolo, da un buen consejo y enseña a todas las personas de todos los países de este mundo, especialmente ahora, en este tiempo de crisis mundial tan fuerte, para que nadie se rinda ante cualquier situación, sino que siga intentándolo hasta subir a lo más alto que pueda en su vida. Hay situaciones en que las personas se han quitado la vida, por no poder seguir pagando el préstamo hipotecario de su vivienda, porque han perdido su trabajo, y no han conseguido otro, y por no querer enfrentar esta situación, sobre todo por sus hijos y su mujer, han elegido quitarse la vida, algunos hasta han matado a su mujer y sus hijos primero y después se han quitado sus propias vidas, claro que ésta no era la mejor solución para enfrentar los problemas de esta vida. Si uno va andando por la calle y se cae, no tiene por qué quedarse allí, tiene que levantarse, limpiarse, y seguir para delante. Como sucede en este libro, que habla de un joven brillante, llamado Emilio, que sabía lo que quería, y se puso a trabajar en ello sin rendirse, sino siguiendo intentándolo hasta que empezó a conseguir sus deseos, aunque él no paró allí, como debe ser en todas las cosas de esta vida, porque durante toda nuestra vida siempre vamos a tener deseos para cumplir, y la mejor manera para poder llegar a ellos es como ha hecho Emilio, el protagonista de este libro, seguir sin mirar hacia atrás, sino siempre hacia delante, como todos los ganadores en cualquier sector de la vida, para finalmente alcanzar sus deseos. Emilio había conseguido su deseo de tener dinero antes de viajar, y una mujer que tenía de todo y le quería con locura, pero eso era para él como una tentación, porque él sabía lo que quería desde siempre, y no quería substitutos cuando se trataba de sus deseos, y ninguna de estas cosas preciosas que tenía delante suyo le iban a impedir viajar fuera de su país para buscar lo que le pertenecía...

Anthony Ighedosa Rockson, nacido en el antiguo Bendel State, Benin City de Nigeria, hace treinta y tantos años. Anthony hizo sus estudios de Primaria mientras vivía con sus abuelos, y después cuando su abuelo se jubiló, era Guardia Forestal, se fueron a vivir a su casa del pueblo, que estaba bastante lejos de la ciudad. Como Anthony quería seguir sus estudios en la ciudad, tuvo que volver a casa de sus padres donde finalmente terminó sus estudios hasta donde él deseaba, y trabajó como Secretario en Afribank, antes de viajar a España, donde conoció a su preciosa mujer con quien está felizmente casado desde hace diez años, de momento tiene una hija preciosa, como la madre, y la niña tiene casi cuatro años.
Anthony Ighedosa Rockson ha compuesto muchas canciones sin publicar, y lleva desde los doce años escribiendo. Algunas de las canciones que ha escrito y grabado en estudios de grabación se titulan: Come Back Home, Come on Let’s Go, Felicidades, You are Mine, Thanks for your Love y muchísimas mas. El nombre artístico de Anthony es ANIGROCK, que es la abreviatura de su nombre (AN es Anthony, IG es Ighedosa, y Rock es Rockson). Anthony llegó a España (Europa) hace ahora unos quince o dieciséis años, ha organizado tres diferentes grupos de música y de comedia, pero realmente no ha encontrado a gente que estuviese dispuesta a trabajar para conseguir el éxito, aunque todavía no ha tirado la toalla y sigue intentándolo en solitario.
Ahora, desde hace unos años, Anthony Ighedosa Rockson ha conseguido la nacionalidad ESPAÑOLA, es decir, que ya es oficialmente un Español. Desde que Anthony llegó a España ha trabajado en distintas empresas y profesiones, siendo una persona que aprende muy rápido y con mucha inteligencia, ha trabajado como soldador, albañil, matachín, etc. En sus casi dieciséis años en España lleva unos diez años como autónomo, en el mismo lugar en Murcia donde tiene una empresa de servicios al público, como Profesor de clases particulares de Inglés, revelado de fotos, servicio de fax, internet y mucho más. Su puerta está abierta al público de domingo a viernes, excepto sábado que es su día de descanso, que es muy importante, porque hasta Dios descansó después de trabajar durante seis días.