Es un libro que se presenta con novedades estructurales. Está concebido en las claves de una espiritualidad renovada.
Ayuda a unir seriamente la fe y la vida. Quiere provocar en el cristiano la experiencia de sentirse amado por Dios. Describe una piedad que es unificación interior del hombre y experiencia de plenitud. La fe aparece no sólo como moral y cumplimiento de deberes, sino como encuentro gozoso y alegre y realización de la persona en la Verdad y Bondad.
No es un simple listado de oraciones. Mira a la formación de un nuevo cristiano, de acuerdo con lo que Juan Pablo II llama la nueva evangelización, o la evangelización de la nueva cultura que ofrece una nueva visión de la fe para el hombre actual.
Las introducciones representan una síntesis breve, pero fundamental, de lo que es una vida cristiana concebida según las claves del Concilio Vaticano II y los actuales estudios bíblicos, litúrgicos, pastorales y morales.
Describe una vida cristiana tal como brota en las fuentes originales, enmarcada dentro de la gran historia de la salvación, del misterio de Cristo, de la liturgia como fuente y cima de la vida cristiana. Por eso da gran importancia a las plegarias de la Biblia y de la liturgia, sin que por ello olvide las grandes oraciones de la tradición espiritual y popular.
El libro concibe la vida cristiana, más que en los rasgos de las devociones y corrientes particulares, populares, como 'respuesta' a la revelación y acción de Dios en el mundo. Se apoya de forma fundamental en la oración de Cristo y de la Iglesia.
Mira fundamentalmente a la piedad del pueblo, y quiere nutrir de una espiritualidad verdaderamente laical, no clerical o monacal.
Como rasgos novedosos podemos destacar el tratamiento dado a la devoción mariana: contiene las lecturas bíblicas y oraciones de las últimas reformas litúrgicas, cinco letanías de reciente creación; el nuevo Vía Crucis de Juan Pablo II; modernos exámenes de conciencia; las preces de la comunión distribuida por seglares; la nueva comprensión de las indulgencias de Pablo VI...
La presentación es primorosa, en su estructura general, en la ordenación de los temas, en el tamaño del libro y en el tipo de letra que tiene en cuenta a las personas de edad.