Durante los últimos treinta años, Jerónimo Navarrete ha fotografiado a los protagonistas del flamenco. Cantaores, bailaores, guitarristas, percusionistas de varias generaciones han posado para su cámara en sitios tan dispares como Barcelona, Cádiz, Sevilla, Madrid, Hanóver, San Francisco… Dos periodistas expertos en música, José María Goicoechea y José Manuel Gómez, Gufi, huyen de las biografías al uso, retratan instantes, conscientes de que el duende nunca llama dos veces de la misma manera, que no hay una forma exclusiva y excluyente de escuchar flamenco, que la experiencia de cada oyente es, siempre, distinta. El flamenco ha cambiado mucho en tres décadas y aquí están los protagonistas condensados, escurridos, en una visión distinta a la habitual. Están los tradicionalistas y los revolucionarios. Los que piensan que el viejo arte desaparece con ellos y los audaces que acaban de llegar seducidos por lo jondo. Aparecen las grandes sagas familiares: los Montoya, Sordera, Flores, Farruco, Morente, Habichuela… Los ídolos como Camarón, Paco de Lucía o Enrique Morente. Lejanas instantáneas de artistas prometedores como Miguel Poveda o Estrella Morente que hoy son figuras indiscutibles del cante, o del baile como Farruquito, Sara Baras, Rocío Molina o Israel Galván.Flamencos no es una foto fija, es la historia de una música que para unos no debe cambiar y para otros es una evolución constante y que ha logrado atraer el interés de países tan dispares como Japón y Estados Unidos, emocionando a artistas del pop, el rock & roll y el jazz.