¿Por qué llueve? ¿Por qué quema el fuego? ¿Por qué la gente muere? ¿Por qué hace falta estar casados? ¿Por qué hay hombres negros y blancos? ¿Por qué los niños hacen tantas preguntas? Para dar una respuesta adecuada a las numerosas preguntas que los niños plantean a los adultos, es necesario comprender el sentido y razones profundas, y no
siempre obvias, que las motivan. A veces es simple curiosidad, pero en otros es una petición no explícita de ayuda o búsqueda de un contacto más profundo con los padres. Las preguntas se modifican con el tiempo según la edad, en principio son más abstractas y, con el paso de los años, se vuelven técnicas, sutiles o provocativas. Este nuevo libro nos guía
en el insidioso terreno de los porqués de los niños, revelándonos con palabras sencillas la 'psicología' de la pregunta, y sugiriéndonos en cada caso la mejor respuesta. Porque el cómo contestar tiene a menudo más importancia que el qué contestar.