Victoria escribe "The end" en un post-it que pega en la pantalla de su ordenador. Está decidida a abandonarlo todo poco antes de aceptar el encargo de encontrar a una chica desaparecida.No tarda en arrepentirse. Cuando se adentra en la sordidez de la industria del cine para adultos. Cuando constata la debilidad de la justicia y el peso de la desinformación como arma política. Cuando, buscando a una niña, se topa con el cadáver de un hombre clavado en una pared. Asesinado.Se arrepiente cada vez que choca con una mentira. En una ciudad vendida a la imagen y al turismo. Donde ya no cabe nadie.Donde solo unos pocos todavía persiguen sueños.