Por sus alas lo reconocí: una figurita de IBN FIRNÁS (Ronda, 810-Córdoba, 887) sobrevolaba triunfante el altísimo techo del Aeropuerto de Dubái. Así reconocían su inventiva, pues aquel genial y múltiple sabio andalusí previó que el ser humano volaría, aunque él, como luego Miguel Ángel, lo intentó fabricándose un artilugio volador.Andrés García Baena ha reunido en este muy notable libro todos los datos sobre aquel rondeño precursor del Renacimiento, cuyos orígenes explora tratando ampliamente sobre aquella Ronda que le vio nacer.Es un libro para disfrutar y calibrar las dimensiones humanas. Dieron su nombre a un cráter de la Luna.María Jesús Viguera MolinsMiembro de la Real Academia de la Historiay Catedrática Emérita de Estudios Árabes e Islámicosen la Universidad Complutense (Madrid)