La conquista del imperio aquem?nida presenta un espacio geogr ficoprovisto con diferentes significaciones. La corte macedonia dispuso de los conocimientos necesarios para concebir la campa¤a, aunque muchasconcepciones previas debieron ajustarse a la realidad durante laexpedici¢n gracias a la adquisici¢n de nuevos conocimientos quecontradec¡an los esquemas anteriores. Importantes lagunas deinformaci¢n impidieron configurar una imagen global adecuada. Espacios aparentemente m s abstractos como prestigiosos centros de poder bienconocidos o lugares emblem ticos que brillaban con luz propiaejercieron tambi?n su atracci¢n sobre los dise¤os de Alejandro. Se nos escapan las primeras impresiones y experiencias de la conquista ydebemos navegar a trav?s de un complejo entramado literario y ret¢rico posterior sin claras dependencias de los relatos originales,completamente absorbidos dentro de los nuevos discursos y seguramenteactualizados por nuevos conocimientos. Los relatos conservados ofrecen la impresi¢n de que Alejandro, con un conocimiento operativo sobre la disposici¢n y estructura de los territorios sometidos, ejerci¢ uncontrol efectivo sobre ellos. Su figura se convirti¢ adem s en elprotagonista perfecto para deambular incesantemente a trav?s deespacios imaginarios y escenarios imposibles.