Siempre ha habido quien ha necesitado encontrar para buscar. Lo intuy¢ sin aceptarlo, el periodista Marcos Albaredo uando en 1906 seconvierte en la £nica persona decidida a desentra¤ar el robo de lacruz griega de Alfonso III el Magno, una pieza de oro y gemas de laCatedral de Santiago de Compostela. La hermos¡sima joya era la m santigua ofrenda conocida al apostos Santiago el Mayor, cuyos restos,segun ancestral tradici¢n, all¡ se conservan. La desaparici¢n de lacruz se agravar  cuando en 1921 arda el gran retablo donde semostraba. Otro extra¤o hecho hist¢rico no resuelto. Cien a¤os despuesdel robo todo resurgir  con insospechadas consecuencias. La claveestar  en el viaje matof¢rico y real al finis terrae mas mitificado de los europeos.