A Mario Roso de Luna se le considera astr¢logo m s que astr¢nomoaunque lo que m s le hubiera gustado ser y sobre lo que m s investig¢y public¢ en este terreno fue sobre astronom¡a. Tambi?n se leconsidera m s ocultista y mago que cient¡fico aunque era licenciado en Ciencias Fisicoqu¡micas, y muchos le tildan de pitag¢rico y fil¢sofoaunque su doctorado acad?mico en la Universidad Central de Madridfuera en Derecho. Lo cierto es que aqu¡ dejaremos constancia de lascualidades que le adornaban desde ni¤o como astr¢nomo, confirmadasinternacionalmente cuando se le reconoce la prioridad en variosdescubrimientos, sin disponer de observatorios bien dotados ni con m s influencia social que la que pod¡a tener un joven investigador quehasta los treinta y dos a¤os ten¡a su domicilio en un pueblocacere¤ollamado Logros n, que algunos cre¡an Logro¤o. Tambi?n fue el mayorpropagandista de la teosof¡a -palabra permanente en sus escritos-,mas¢n, arque¢logo, m£sico, autor de m s de treinta libros yperiodista.