Ar n recuerda las mejores vacaciones de su vida, el verano en el queconoci¢ a Tano, a Gertrudis y a Quiqu¡n, sus amigos de la Isla, elverano en el que muchos d¡as sal¡a a navegar, contemplaba lasestrellas del cielo y buceaba para ver los peces de colores en elfondo del mar, el verano en el que descubri¢ una sensaci¢n dif¡cil deexplicar, como si las olas del mar entraran en su barriga. Esa cosa en la barriga se hizo m s fuerte, tanto que me subi¢ hasta la garganta y empec? a llorar. Mam y pap me preguntaban por qu? lloraba y medec¡an que no ten¡a sentido llorar. Y yo no sab¡a qu? contestar.