Un rbol delgadito que vive en el patio de un colegio no consiguecrecer, a pesar de que el jardinero lo riega cada tarde. A nuestroarbolito lo que m s le gusta es jugar con las palabras que salenvolando a trav?s de las ventanas. Un d¡a, una ni¤a, despu?s de darleun pelotazo, decide regalarle una muy especial formada por sieteletras.
Y entonces se produce la magia?
Gracias aella, recordar n el poder de las palabras que decidimos utilizar y laimportancia de observar el mundo y sus maravillas desde el coraz¢n.