"Correo del otro mundo" integra diversos modelos formales tomados de la tradición (el sueño, el diálogo, el género epistolar) en una ficción en la que el impulso autobiográfico adquiere sustancia novelesca. En un deslumbrante ejercicio de desdoblamientos múltiples, Torres escenifica su propio juicio. Un espectáculo en el que es capaz de ejercer de autor, actor y espectador de sí mismo y desempeñar todos los papeles: juez y acusado, fiscal, abogado defensor y testigo. El resultado es un complejo y profundo proceso de autoindagación en el que un yo armado de lucidez busca certidumbres y descubre sus perplejidades y contradicciones.

"Sacudimiento de mentecatos" es una erupción de autobiografismo desatado; una confesión de contundente y provocativa sinceridad, que proclama desafiante ante el mundo un sistema personal de valores, con resonancias subversivas de intensidad no igualada en otras páginas de las obras mayores del autor.