Gabriel Atlan-Ferrara, director de orquesta, recuerda
en su vejez los tres encuentros que tuvo a lo largo de su vida con la cantante
mexicana Inez Rosenzweig. La primera vez en el Londres bombardeado de 1940,
cuando durante los ensayos de la ópera escucha por primera vez su voz. En 1949
vuelven a encontrarse en Ciudad de México, ella ya como una diva de la ópera.
Atlan-Ferrara ha cambiado también y es ya uno de los más importantes directores
de orquesta. El último encuentro tiene lugar en 1967 en Londres, donde él decide
romper todas las convenciones de la ópera llevando la música hasta las últimas
consecuencias. Una novela de amor que cruza geografías y
tiempos históricos, que evoca etapas primitivas de la humanidad en busca de la
pasión original, aquella que se emparenta con le arte y las transgresiones del
alma.