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La Nueva Economía y los nuevos mercados han situado al Director Financiero ante un nuevo entorno. Sin embargo, para la Dirección Financiera actual, siguen siendo útiles los viejos procedimientos de análisis y decisión, si bien integrados en un sistema coherente de principios, objetivos y estrategias. Este nuevo sistema deberá dar respuesta a los problemas derivados de la velocidad de los procesos financieros y de la extensión del ámbito de la empresa.