Había sido inspector general del Ministerio de Economía chino. Ahora cumple condena en las montañas del Tíbet. ¿Su delito? Ser uno de los últimos hombres honestos de Pekin. Shan Yao Tung conoce todas las facetas del horror y la crueldad, y sabe que su vida, en las montañas del Tíbet, no vale nada. Por eso, cuando un alto militar chino le encomienda la tarea de investigar un misterioso asesinato, Shan no puede negarse. Tal vez su labor termine ayudando a sus compañeros de trabajos forzados.

A lo largo de esta intrincada novela de misterio en la que nada es lo que parece, Pattison desvela al lector las claves de la tenaz resistencia pacífica en un país cruelmente ocupado.