Hoy sería fácil cambiar de sexo. La ciencia permite modificar la apariencia sexual del cuerpo; en general, el derecho no se opone al cambio de estado civil. ¿Por qué no se plantean las consecuencias a largo plazo de esta operación? ¿Por qué la sociedad la admite con tanta facilidad, a la vez que se espanta cuando se ponen en juego otros tabúes: eutanasia, clonación o manipulaciones genéticas? ¿Por qué, finalmente, si el hecho de que los digan hombre o mujer es tan importante a los ojos de los transexuales, no se recurre a la palabra antes del pasaje al acto hormonal y quirúrgico? Un psicoanalista intenta responder aquí estos interrogantes El autor traza la historia del transexualismo, analiza testimonios concreto de transexuales, convoca también al derecho y la antropología.