Fruto de la experiencia acumulada por Rodolfo Serrano durante décadas de profesión, este libro de prosa ágil y sincera nos ofrece un sinfín de anécdotas propias -y citas ajenas- junto con el análisis y la denuncia de algunos excesos y prácticas lamentablemente asociados al oficio periodístico: el plagio, la corrupción, la manipulación, las presiones políticas, la guerra por las audiencias...

EL AUTOR: Nací en Villamanta, en 1947. Es un pueblecito de Madrid. Mi padre fue albañil. Éramos seis hermanos. Mi padre era de ideología «roja» y se vio obligado a abandonar el pueblo porque no le daban trabajo. Yo le recuerdo con una bicicleta yendo a trabajar en la construcción en Madrid (se hacía 80 kilómetros diarios). Estudié en la escuela del pueblo. E hice el acceso a la universidad para mayores de 25 años. Viví gran parte de mi vida en Vallecas, en la zona de Palomeras Bajas, un barrio de chabolas. Aunque he trabajado en otros medios, profesionalmente, mi vida ha estado vinculada a El País, donde he estado unos 25 años. He sido redactor de laboral, de política y de local. Por mis trabajos en la Asamblea de Madrid me dieron en 2003 el Premio a la Mejor Crónica Parlamentaria de la Fundación Giménez Abad. Escribí un libro de poesías, Especial para cócteles, que en algunas librerías colocaban en la sección de gastronomía. Con mi hijo Daniel escribí el libro Toda España era una cárcel. Memoria de los presos del franquismo, en Aguilar, y La España de «Cuéntame cómo pasó», también en Aguilar. He publicado una novela policiaca, Un único crimen, en Témpora, gracias a la generosidad de Joaquín Leguina que me permitió seguir una serie -y unos personajes- iniciada por él. Escribo la letra de algunas canciones de mi hijo, el cantautor Ismael Serrano. Casado, con la misma mujer desde hace 35 años, tengo tres hijos: Daniel, periodista en la CNN, Ismael y Pablo, que es médico. Rodolfo Serrano