En Estados Unidos, el legado musical de Joe Hill se ha transmitido de generación en generación, y forma parte de la tradición musical obrera de ese país. Sus canciones han sido cantadas por Woody Guthrie, Phil Ochs, Pete Seeger, Joan Baez, Billy Bragg y muchos otros. Comprometido con la lucha sindical, Joe Hill fue detenido, procesado y condenado a muerte en 1915, acusado de haber asesinado a dos tenderos, padre e hijo, en un atraco. Joe siempre se declaró inocente. En el juicio no se aportaron pruebas concluyentes, pero el gobernador del estado de Utah se negó a tomar cartas en el asunto, a pesar de las grandes protestas e incluso de la intercesión del gobierno sueco y del propio presidente estadounidense Wilson.