Una novela de corte intimista, breve e intensa, que reflexiona sobre el paso del tiempo, la vejez, el amor y la vida.
Susanne ha muerto. Y la que un día fue su amiga, Margarita, ya en la mediana edad, viaja en tren de Ginebra a Lausana para visitar a su hijo. Los recuerdos se van sucediendo como los paisajes detrás de la ventana, con la misma cadencia y lentitud, con la misma inexorabilidad. Y algunos recuerdos duelen demasiado: el día en que se empieza a perder a la persona a la que queremos, el momento en que uno decide callarse y resistir, esperar a que algo suceda, convirtiéndose así en un espectador más de la propia vida.
«Es un escritor de ley.» J.M. Caballero Bonald
«Con arte primoroso, con técnica a ratos magistral, con un lenguaje pulido e irisado (.), Antonio Soler es experto en combinar el lirismo con registros hasta cierto punto contrapuestos.» Ignacio Echevarría, El País
«No se trata del escritor maldito habitual, que está en contra de todo por sistema, pero tampoco es, desde luego, un autor que se deje arrastrar por modas o por el caudal que marcan otros. Soler es un escritor convencido de poder andar su propio camino, y quizá sea eso lo que le ha valido ser considerado como uno de los escritores con más talento de su generación.» El Mundo