Inscrito en el proyecto Lampyro de la Editorial RM, este libro desafía al lector a no dejarse llevar por la inmediatez y la simplicidad, sinoá reconocer la variación semántica de las imágenes página tras página. Aun cuando originalmente está dirigida a un público infantil, la complejidad de esta obra exige agilidad mental y su interpretación del tema principal -el viaje que hace una gran caca por un mundo fantástico- se ve enriquecida por el uso de la ironía que, al mismo tiempo, atiende el lado oscuro de la propia infancia y lo acerca a la apreciación visual -donde la hipertextualidad es la constante- del trabajo de Carlos Amorales. Aunque seguramente los pequeños sacarán sus propias conclusiones y también lo disfrutarán.