Es imposible hablar de Mikhail Botvinnik (1911-1995) sin utilizar el término estrategia. Este genio del tablero, tres veces Campeón del Mundo, es el paradigma absoluto del juego estratégico. Su rigurosa preparación de aperturas, el control sobre los aspectos psicológicos del ajedrez, su capacidad para concebir planes y su talento innato, lo convierten en una de las personalidades más relevantes de la historia del ajedrez.

Como señala Leontxo García en el magnífico prólogo de esta edición revisada: "Botvinnik produjo muchas obras de arte, fue el gran patriarca del ajedrez soviético (...) y el maestro de Anatoli Kárpov y Gari Kaspárov, nada menos".