Esta obra del contemporaneísta español de más amplio paralaje temático y bibliográfico, constituye un fenómeno infrecuente en la literatura historiográfica de nuestro país. En el tramo final de la existencia del autor, sus páginas reflexionan con serenidad, independencia y hondura sobre varios de los puntos de mayor trascendencia del pasado hispano. Así, por ejemplo, la debatida cuestión de la identidad ibérica se enriquece en ellas con planteamientos tan acribiosos como penetrantes, al igual que sucede con las destinadas a meditar, a la luz de la rigurosa disciplina de Clío, acerca del no menos actual y controvertido extremo de la superioridad moral e intelectual de las posiciones progresistas respecto a las conservadoras; sin que otros aspectos también abordados en el presente texto, a modo, v. gr., de los desastres acarreados por la proliferación del amateurismo historiográfico, se hallen desprovistos de interés y novedad. Por último, el más extenso de los capítulos del libro se ofrece como una útil y acaso igualmente imprescindible introducción a otro de los asuntos de más carga polémica de nuestro reciente ayer: la cultura en tiempos de la primera dictadura del siglo XX. Sin llegar a ser un legado de la ahincada y honesta tarea académica del autor -expuesto en su próxima obra La España de un historiador-, Ensayos contemporáneos se descubre en gran parte de su contenido a manera de un análisis testamentario de toda una generación de la vida universitaria e intelectual del franquismo y la democracia. Su lectura, pues, no dejará a nadie indiferente.