En esta época en la que se ven multiplicados los factores que dificultan el desarrollo de los adolescentes provocando conductas de alto riesgo para su salud -consumo de sustancias, sexualidad precoz, trastornos de la alimentación y violencia entre otros. La autora destaca la existencia de espacios desde donde desarrollar estrategias para fortalecer los factores que promueven conductas saludables. La escuela es un ámbito privilegiado para ello ya que es un lugar ideal para la aplicación de programas de promoción de la salud y del fortalecimiento de aquellos aspectos inherentes a la resiliencia en los adolescentes.