El estudiante, estudioso o investigador del medio internacional debe enfrentarse con realismo científico a la realidad observable del objeto que son las relaciones entre comunidades políticas de diversa naturaleza que, en el marco de su mutua coexistencia, constituyen e interactúan de forma simultánea en ese mismo medio internacional, conocido como sociedad o comunidad internacionales, o sistema mundial, según determinaciones variables. Históricamente, las teorías «convincentes» lo han sido por criterios que a veces no han tenido demasiado que ver con la cientificidad sino con la estética, los sentimientos, la ideología: no ha sido raro que todo esto haya ejercido una influencia decisiva en la capacidad de convicción de estas teorías.
El investigador y estudioso del medio internacional debe contar con un bagaje de conocimientos tan preciso y hondo como amplio, y formarse en el sentido de adquirir un hábito mental que le permita retener y relacionar la vasta complejidad de lo real según aparece en su dimensión internacional/mundial, es decir, lo que atañe a la sociedad humana más extensa, extrayendo de ahí conocimientos y un saber esencial: el que guía a la ciencia hacia el fin de asegurar la vida del hombre en un universo, quizá indiferente y sordo a sus gritos (Jacques Monod), pero consustancial con él.