Llibre pòstum de Salvador Espriu, la materialització del seu projecte de recopilar i revisar tots els «pròlegs, articles, notes i comentaris, literaris o no», és a dir, tota la seva producció assagística des del pròleg a la segona edició de Laia, de 1934, fins a l’últim discurs sobre B. Rosselló- Pòrcel, de 1984.

Aunque se dio a conocer como narrador -ya antes de la guerra se erigió en uno de los prosistas más reputados-, fue la incursión tardía en la poesía lo que significó para Espriu un rápido reconocimiento no sólo en el marco de las letras catalanas sino dentro de la literatura universal. Traducido a numerosas lenguas, su nombre estuvo a menudo en las propuestas para el premio Nobel. Distinguido con el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes (1972) y valedor de la Medalla d'Or de la Generalitat de Catalunya (1980) i la Medalla d'Or de la Ciutat de Barcelona (1982), fue nominado doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona y por la de Tolosa de Llenguadoc.

A menudo tildado de hermético, la verdad es que su universo, personalísimo, forma un conjunto literario de alta calidad pero no necesariamente incomprensible. Los versos deCementiri de Sinera (1946), El caminant i el mur (1954), Final del laberint (1955) o La pell de brau (1960) valdrían por sí solos para hacer entrar a Espriu en el panteón de la literatua catalana. Su temprano e iniciático Ariadana al laberint grotesc (1935) -escrito a los veintidós años- dan una idea de las intenciones que ya desde el principio podía tener el autor de Santa Coloma de Farners. Sin duda, uno de los escritores más significativos de la posguerra en Cataluña y sin duda uno de los poetas catalanes más importantes. Aprovechamos que este año se celebra el centenario de su nacimiento para recordar su figura y su obra. -