No deja de resultar curioso que la tradici?n asignara un mismo siglo, contexto y padre a la obra ?pica por antonomasia, la Il?ada, y a su reverso burlesco, la Batracomiomaquia, pues dicho prote?smo invita a concluir que reconocer un g?nero supone tambi?n la posibilidad de parodiarlo. Aunque hoy sabemos que el poema que narra la hom?rica batalla entre las ranas y los ratones es bastante posterior al plectro de Homero, lo cierto es que aquella Grecia fragu? una tradici?n ampliada despu?s por Virgilio (El Culex) y el Humanismo. No en vano, la Moscheide de Folengo fue la piedra de toque para La Moschea de Villaviciosa (1615), primera y m?s extensa epopeya de esta clase en nuestro pa?s. A su zaga, se escribir?an la Gatomaquia (1634) de Lope y toda una legi?n de textos dieciochescos etiquetados como ?pica burlesca, poema eroicomico o mock-epic. Dotadas de sello propio frente a otros juguetes guasones con protagonistas humanos, las zoomaquias dieron lugar a un selecto corpus que se edita ahora con escrupuloso rigor: La Burromaquia de ?lvarez de Toledo, La Gatomiomaquia de Luz?n, La Perromachia de Nieto Molina, El imperio del piojo recuperado del marqu?s de Ure?a, La Perromachia de Pis?n y Vargas, El murci?lago alevoso de fray Diego Gonz?lez, La Rani-Ratiguerra de March y Borr?s y la an?nima Grillomaquia.