Sabino no esperaba encontrarse en esta tesitura. Hombre arraigado y de costumbres, con una vida tranquila, lo último que deseaba era tener que batirse en duelo. Pero no hay otro modo de resolver la situación; su mujer y su mejor amigo han tenido un escarceo sexual. Sabino necesita limpiar su honor y darle paz a su orgullo. Un duelo. A primera sangre o a muerte; como antaño. Sin embargo, ese duelo no va a ser más que el principio de una serie de peripecias y escenas picantes que, como una montaña rusa, no van a dejar respirar al lector en esta caída libre donde humor y amor se escriben con ironía: un profesor de tenis seductor, un abogado bravucón, una esposa despechada, una criada con ideas incendiarias, unas amigas cotillas y un detective que no termina de entender con qué tipo de gente se ha cruzado.

En definitiva nos muestra un caleidoscopio de personajes particulares, socarrones y orgullosos a quienes coger cariño o tirria a medida que desfilan en esta novela urbana, repleta de situaciones rocambolescas, donde los calzoncillos van que vuelan. Los duelos nunca pasan de moda.