La relación entre el sufrimiento sexual y la psiquiatría no es lineal, ya que las diferentes condiciones psicopatológicas o los diversos estilos de personalidad nos muestran tanto comorbilidades como etiologías que van desde la envolvente ansiedad, omnipresente en todas sus presentaciones en las disfunciones sexuales, aunque también como causa o consecuencia en otras patologías sexuales, pasando por las obsesiones sexuales, como paradigma rumiativo, por la violencia y sus repercusiones traumáticas, así como las atípicas parafilias o las hipersexulidades compulsivas, adictas o no. Por último, se traduce en la ruptura anoréxica y las enfermedades más sujetas a los vaivenes bioquímicos y a la devastación psicosocial, sea la bipolar o la esquizofrenia. Todas merecen ser estudiadas con modelos específicos, evaluadas o tratadas de forma adecuada, aprovechando no tanto los paradigmas cognitivo-conductuales y sus terapias de tercera generación, sino también las asociaciones con los recursos farmacológicos, ofreciendo soluciones alternativas a las diversas yatrogenias, nacidas del propio conocimiento de la psicofisiología de la conducta sexual.

La psiquiatría ha permanecido demasiado tiempo dimitiendo de su interés por esta patología y es necesario un libro riguroso como este para que podamos enfrentarnos al proteico reto del infortunio sexual con conocimiento de causa y soluciones positivas y originales.