Este libro es un compendio de sentido común elemental, una denuncia de la increíble estulticia de la conducta de la mayoría de los humanos en un tema de inmensa trascendencia. Un intento que no quiere ser vano para que más de un lector salga de la pobreza. Ser pobre equivale a ser enfermo y son legión los que se merecen ser pobres por su falta de lógica y su conducta sin sentido. Es una denuncia a quienes invirtieron sus ahorros en países y valores que han dado resultados negativos durante muchos años y, a pesar de ello, siguen en el error sin obtener el rendimiento merecido por sus sacrificios y ahorros. Su texto, de fácil y amena lectura, no tiene la presunción de impartir normas, sino educar y acompañar al lector en un excursus socio/temporal, por el complejo mundo de la economía y nos permitirá comprender muchas de las aporías presentes en el mundo de las finanzas. Su autor considera este escrito como un acto de amor al prójimo, «enseñar al que no sabe y dar consejo a quien lo ha de menester».