Un libro sin palabras.
Siete amigos van a la playa.
Preparan bicicletas, mochillas, toallas.
Atraviesan un pinar, un humedal, un arenal.
Juegan, pescan, disfrutan del sol.
Hay un niño que no aparece.
Un pequeño viaje con final feliz.

Nací en Castelló en 1978. Estudié diseño y más tarde ilustración para poder dar forma a todas las historias que se me ocurren, y que voy apuntando cuidadosamente en la última página de una libreta que siempre llevo encima. Si hay algo que me apasiona al igual que dibujar es viajar. Entonces, lleno ese cuaderno de dibujos y garabatos, de gamas de colores y palabras que describen día a día el viaje. Así puedo recordarlo para siempre. Cuando estoy muy cansada de viajar o dibujar, acudo a la naturaleza, y conecto a los árboles, las piedras o las olas ese hilo invisible que nos une con lo esencial. Entonces aparecen nuevos paisajes, por dentro y por fuera, que me inspiran para volver a coger los lápices.