Alda Merini (Milán 1931 - 2009), poeta italiana. Desde muy joven, Merini comenzó a experimentar los primeros síntomas de una enfermedad mental que en el medio plazo provocaría su primer internamiento en un hospital. Periodo oscuro y doloroso que la hundiría durante catorce años en un silencio literario absoluto y del que se recuperó, si bien nunca de manera definitiva, a partir de 1979. Esta experiencia inspiró LA VIDA FÁCIL, y otras grandes obras de esta poeta: "Clínica del abandono", "Cuerpo de amor", "Más bella que la poesía ha sido mi vida" o "La carne de los ángeles".
Para que el lector español se haga una idea de la admiración que el personaje público despertaba, del cariño que inspiraba entre sus compatriotas, baste mencionar su constante presencia en los medios de comunicación, el que sirviera de musa a fotógrafos y cantantes y, por último, el que a su funeral de estado asistieran centenares de personas, no solo representantes de las instituciones oficiales y del mundo de la cultura, sino multitud de desconocidos, vagabundos y marginados.

¿Que si he sido feliz? Diría que siempre y nunca. Feliz mientras tuve el pelo negro como el ébano; desesperada cuando el pelo desaparecía y me transformaba en La Cantante Calva o en La Pequeña Cerillera. He llegado a creer que los editores eran fósforos enormes con los que calentar un camino helado.

Y sin embargo, este libro es un diálogo con los muertos, con aquellos que se repiten en los flamantes rostros de los jóvenes. Esos que no consiguen ver al que continúa escribiendo, desde un sótano de juventud, sus memorias.

¿Qué me falta? Me faltaría tanto el morir, pues ya gocé de todo el infierno de la vida.